No sabemos a dónde nos va a llebar esto, no sabemos cuándo empezó
exactamente, ni cuando va a acabar. Puedo decir que es una locura, pero
ya no sé cuándo algo es normal. Podemos disfrutar del momento, sin
esperar un futuro. Tenemos a nuestro alcance la felicidad dividida en
dos cuerpos, que necesitan ser uno. No importa el tiempo, importan los
momentos. Momentos en los que no existen las preocupaciones, en los que
no interviene el corazón. Es un instinto básico que todos tenemos y debe
ser saciado, nadie pone unas reglas, el juego es libre, la meta es
clara y la diversión está asegurada. Ahora no quiero pensar en nada más,
no sé qué somos, ni qué queremos ser, nos concentramos en nosotros. No
voy a pensar, esta nocha toca relajarse y dejarse llebar. Ahora solo
bésame lentamente.